Una tarde agradable (Privado)

En verdad el lugar era lugrubre, no se notaba vida alguna... estarian en alguna parte afectada por la guerra?... llegaron hacia un pequeño parque junto a un lago, decidio sentarse junto con ella en alguna banca. -Al parecer no hay alguien-

-si - se dejo caer en el banco, estaba cansada de tanto caminar con. Estos malditos tacones, todo habria sido mas facil sin ellos. Miro distraida hacia el lago, le daba un poco de vida a aquel triste lugar. Le entraron ganas de zambullirse como cuando era “niño" pero sabia con certeza que roderick no lo permitiria alegando que una dama no debia hacer esas cosas.

- bueno, otra vez estamos solos...- dijo sin mirarlo, tenia que recuperar el ambiente que los tipos habian arruinado...ademas el calor y la sensacion de sus labios juntos se estaba desvaneciendo y no queria eso.

-Te acuerdas... - una ligera sonrisa se formo -Te acuerdas cuando eramos pequeños... siempre me derrotabas- recordo aquellos dias cuando tenia que enfrentarse en batalla contra Hungria, al cual siempre terminaba aporreado por esta, era algo gracioso que ahora, estaban sentados el uno con el otro, disfrutando de su compañia.

El rubor cubrio sus mejillas al recordar.
- no me lo recuerde.... Seguramenteme dejaba ganar. - la avergonzaba que la recordara asi. - no entiendo como cambio todo.

-Vamos Elizabeta, ahora es un poco gracioso... no crees?... - sus pensamientos parecian divagar en su infancia, tomo su mano con delicadeza, sintiendo la tibieza de esta. -Todos cambiamos con el tiempo... para bien o para mal-

no podía pensar, su cerebro se había hecho papilla al mirar a roderick. su mente estaba siendo atacada por recuerdos...¿cuando había cambiado su manera de verlo? no lo recordaba.

- tiene razón... - miro sus manos unidas, a cada minuto se acercaban más y más. podía sentir que la barrera de cortesía se rompía. pero desgraciadamente estaba anocheciendo y seria peligroso estar ahí donde no había nadie. - deberiamos volver a casa...

Suspiro un momento -Tienes razon, volvamos a casa- se levanto ofreciendole su mano para levantarse de la silla. Sabia que ella era una mujer fuerte, en sin numero de veces se lo habia demostrado, mas sin embargo, le trataba con toda la delicadeza que podia.

no queria irse a pesar de que ella lo habia dicho. tomo su mano con pesar levantando sin ganas de la banca.
la noche empezaba a refrescar y se maldijo por no haber traido un sweter o algo, asi que se tuvo que conformar con el abrigo del unico brazo libre, calentandose disimuladamente para no llamar la atencion.
miro a roderick un momento tratando de recordar el por que rayos lo habia golpeado en su niñez.

- bien, vamonos... - "antes de que pase algo"

En verdad refrescaba el ambiente, se quito el saco colocandoselo encima de ella, para que no se enfermara -Aqui tienes-. No era del todo abrigador, y ademas era algo viejo. En su infancia combatieron en batalla, y mas de 50 veces, Hungria le habia derrotado, recordar el lapso desde su niñez, su adolescencia, su vida en la mansion con Hungria como servidumbre, y luego como esposa, era algo digno de recordar. Apesar de que su matrimonio se habia disuelto despues de la alianza Austro-Hungara, seguian juntos.

- gracias... Pero usted no tendra frio? - disimuladamente acerco su rostro al abrigo para llenarse con su aroma, le hacia recordar el primer dia en la casa de austria. Una risa se le escapo al recordar como lo habia odiado por hacerla usar vestido. ¿cuando habian cambiado esos sentimientos?

-No te preocupes, estare bien- parecia el tiempo volver atras, aun recordaba como le habia traido a casa como parte de la servidumbre, "las damas deben usar vestidos, el delantal sobre la ropa de calle es lo que usa la servidumbre". Aun recordaba el gesto de berrinche disimulado en la cara de Hungria al mencionarle esto cuando eran jovenes. Las noches frias cuando llegaba con una sonrisa a entregarle una taza de café. Cuando perdio y en su ayuda llego ella, acabando con las tropas prussianas facilmente. El mismo dia de su boda... el 8 de Junio... El dia mas importante de su vida.

-entonces... - se acerco mas a èl para que no tubiera tanto frio, metio la mano libre en el bolsillo de su vestido sujetando el anillo que solo se ponia en la noche para soñar con aquellos recuerdos.
- no es tan malo... Usar vestido.. - susurro con una sonrisa.

Cuando llegaron a la calle cerca de la catedral ya estaba muy oscuro, solo la tenue luz de los faros lograba iluminar un poco pero no lo suficiente.

-Creo que a este paso no llegaremos a casa... - miraba como ya no pasaban carruajes por las calles, algunos establecimientos estaban aun abiertons, algunos restaurantes y demas cosas... pero la mayoria ahora se encontraban a obscuras. Se sonrojo al pensar en alguna solucion para ello -Si no podemos regresar... te gustaria pasar la noche en algun lado?- Aun no creia haber pronunciado aquello, puesto que era algo vergonzoso para el.

- pues...yo no conozco por aqui asi que ... si te parece bien, pues si - tartamudeo mientras su cara se volvia de un violento rojo carmesi. ¿porque le afectaba tanto? no es como si fueran a hacer algo indebido...¿o si?
sintio la vacilacion de roderick y giro para mirarlo, se le veia sumamente avergonzado por lo que acababa de decir ¿o seria por otra cosa? ah, ya estaba empezando a alucinar.

Un caballero debe tratar respetuosamente a una dama, no deberia pasar la noche con ella, por respeto... pero... si en el pasado estuvieron casados... por que aun sentia nerviosismo al estar junto a ella?? era algo que aun no entendia bien, pero lo sentia, caminaron un poco encontrando un hotel por la ciudad, no muy elegante, pero se veia acogedor -Podriamos pasar aqui la noche- miraba el lugar

- esta bien... Mientras este caliente . - se adentro en el hotel llevandoselo con ella, estaba refrescando y no keria k enfermara. Cuando llego al lobby del hotel se empezo a poner nerviosa, iban a dormir juntos, bueno no precisamente juntos pero... Algo parecido. Lo miro nerviosamente tratando de sonrojarse. Él era tan apuesto, caballeroso y... Estaba con ella, solo con ella.

-Buenas noches- saludo cordialmente el recepcionista -Se hospedaran aqui?-
-Buenas noches, un cuarto para 1 noche porfavor- Roderich indico con un poco de sonrojo sobre sus mejillas mirando a Elizabeta mientras firmaba en un libro su recepcion y demas para pagar el hospedaje.
-Que hermosa dama se encuentra a su lado caballero, es usted alguien muy afortunado- indico entregandole la llave del cuarto.
-Lo sé- ya sonrojado asintio

Se sonrojo mas al escucharlo. Él habia dicho que era hermosa... Trato de no sonreir como idiota. Sentia su cabeza caliente y a punto de explotarle. Los dos... Solos..., en una habitacion... Una cama... Oh por dios. Era demasiado para su mente.
Un botones los llevo hasta la habitacion ajeno al nerviosismo de ambos.

-Quisieras cenar primero? - pregunto estando frente a la puerta de la habitacion, les habia tocado el no. 88, abriendo la puerta, encontrando una muy linda habiatacion, decorada calidaente con colores dorados y blanco, en diferentes tonalidades.

-si - hasta ese momento no se habia dado cuenta del hambre que tenia. Entro a la habitacion y se sento en la primera silla que encontro. Estaba muy cansada, ese dia habia sido el mas largo de su vida pero el mejor tambien. En ese momento solo queria dejarase caer en la cama pero el solo pensar que estaria con roderick le bastaba para quitarle el sueño. - una cena estaria bien - contesto para alejar los pensamientos e imagenes de austria de su mente.

-Entonces pediremos algo al cuarto... te parece?- apesar de ser tacaño, estaba dispuesto a pagar la cena y demas cosas, ya en casa tendria que hacer ajustes, pero algo que no se permitia, era quedar mal ante ella. Le paso un menu que se encontraba cerca del telefono para que escogiera algo.

- pensandolo bien... no tengo hambre. - no hambre de comida precisamente pero eso no podia decirlo. dejo el menu aun lado y lo abrazo de la cintura, si queria algo tenia que dar el primer paso, aunque si cara estaba roja de verguenza y su cuerpo queria correr de pena. - ¿podemos quedarnos solo asi? - dijo con la cara escondida en su pecho.

Se sonrojo por aquello, aunque pensandolo bien, Austria no daria el primer paso tan facil, mas que todo, por torpeza. La abrazo acarciando sus suaves cabellos -Si, seria muy agradable- bajo su mano por la espalda de ella, sin alguna mala intencion... del todo.

se estremecio al sentir la caricia de austria. solo él la hacia estremeser asi, solo él encendia fuego en su cuerpo con solo una mirada. se aparto un poco para poder mirarlo pero no lo dejo de abrazar.

- roderick-sama ...yo... - tartamudeo sin poder contenerse, pero sus caricias la habian puesto nerviosa.

Noto el nerviosismo en ella, se creia todo un pervertido por ello, indigno de hacer algo mas. -Disculpame Elizabeta, yo... perdoname- se disculpo abrazandola.