Undiendose en su deprecion

Se sentía segura al llegar a su casa aunque el dolor no desaparecia del todo. Solo esperaba k con el tiempo romano pudiera perdonarla por lo que había estado a punto de hacer...y sobre todo roderick sama, kien ni sikiera se habia enterado y estaba segura k moriría si llegaba a saberlo.

-en verdad lo siento - se limpio las lagrimas con la manga de su blusa y se prometio olvidar lo sucedido. Le pediría disculpas después ahora necesitaba aclarar su mente.

Subió a su habitación y se dejó caer en la cama, demasiado cansada incluso para quitarse la ropa.

Su último pensamiento antes de dormir fue que ya ni era digna de austria sama.

En verdad, no sabia ni por que, sentia en su corazon que debia ir a visitar a Elizabeta. No sabia como explicarlo, simplemente se encontraba en la puerta de la casa de Hungria, con un hermoso ramo de flores, las favoritas de ella. Toco su puerta preocupado.

El ruido la desperto de su pesadilla, se levantó rápidamente te corrío a abrir la puerta.
Su corazón se detuvo al ver a roderick en su umbral tan guapo como siempre.
- roderick-sama...k hace aquí? - se sentía nerviosa por que se hubiera enterado de lo que había pasado y no se atrevió a mirarlo a la cara. - por favor pase...

-Gracias... - paso dentro de su casa, le parecia algo distinta a lo que recordaba, la hermosa sonrisa de Hungria era lo que daba luz a aquel hogar, pero... parecia sombrio. -Ah, mira Elizabeta, te traje flores... que te pasa?- tomo su mano delicadamente, mirandole con preocupacion.

-gracias, son muy bonitas- tratando de cambiar de tema fue a la cocina para buscar donde ponerlas. Aún sentía la calidez de la mano de roderick sobre la suya. Inconcientemente la tocó.

El florero se lleno y el agua empezó a derramarse.
-ahh!!k torpe soy!- corrió a cerrar la llave y a limpiar el desastre de la cocina.
- lo siento roderick-sama solo tardare un minuto - grito para que él pudiera escucharla desde la sala. Por que tenía k visitarla ese preciso día? Y más cuando estaba tan nerviosa?

-Elizabeta, no cambies el tema, donde esta tu sonrisa??... - estaba realmente preocupado por ella. No le gustaba para nada verla triste, siempre ella estaba para el, con su sonrisa y su alegria... donde se habian ido esas cosas??. Sin mas, se acerco a abrazarle tiernamente.

Se sentía tan mal que al sentir el tierno abrazo de roderick, un abrazo con el k siempre había soñado rompió a llorar. Le alegraba que él se diera cuenta de su trsteza por k eso significaba k de algún modo no era invicible para austria.

- yo lo siento... - trataba de contener los sollozos y los temblores de su cuerpo pero no podía.- te falle roderick-sama...

-Fallar?? Elizabeta... cuando me has fallado??... nunca... yo no eh sido el caballero que necesitas... pero siempre has estado alli- acaricio sus cabellos largos, no se despegaria de ella, ese abrazo era sumamente agradable, casi podia respirar el perfume de ella.

-se k un caballero como tu jamás me echaría en cara lo que hize pero yo se k te falle y eso es suficiente....- se apartó de sus brazos sintiendo su corazón desgarrandosr con cada centímetro k se alejaba pero era lo mejor. - yo no meresco tu consuelo, su supieras se que estarías enojado, te encerrarias y tocarias el piano hasta k te calmaras... Por eso... Trataré de olvidarlo todo, así k por favor no me preguntes k paso por k si lo haces ...- las lagrimas volvieron a llenar sus ojos, trató de pararlas pero era imposible, vencida se dejó caer de rodillas ante él.- se k jamás te mentiría y me vería obligada a contarte todo, por favor... Roderick sama... No me preguntes.. No kiero k me odies

Se agacho a tomarla de las manos y levantarla -Una mujer tan fuerte como tu no debe dejar caerse sobre sus rodillas, Elizabeta, no llores... tu sabes... no soy un caballero que se exprese mucho... pero, tu sabes... eres la unica mujer en mi vida... - tomo su rostro en sus manos, quitando aquellas lagrimas que rodaban por su cara. Acercandose peligrosamente a ella.

Su respiración se detuvo y sentía k su corazón saldría volando de su pecho. La cara de roderick estaba tan cerca que podía oler su aroma y casi sentir su suavidad. El saber que la quería había cambiado todo, borrando el único temor que tenía. Su rostro ardía debajo de las manos de roderick y sus mejillas estaban más rojas k nada.
- roderick-sa...- sin poder contenerse junto sus labios con los de él, abandonandose en su sabor.

Sintio aquel beso sorprendido, tomo su rostro para acercarse a besarla con mas confianza, un beso puro y bello. Se separo un poco de ella para ver sus ojos, y quitar el resto de las lagrimas que quedaron. Le abrazo y le tomo luego de la mano, sosteniendola protectoramente, sonriendole como solo lo hacia para ella.

-gracias- le devolvió la sonrisa prometiendose k no volvería a llorar de nuevo. - gracias por estar aquí cuando te necesitaba tanto. -" y gracias por cumplir mi sueño" susurro para si.

Se alegro en sobremanera por aquella respuesta, se sentia reconfortante sostener la mano de Hungria. -Elizabeta... quisieras salir conmigo?... bueno... a tomar un café o algo similar- pregunto algo timido, no queria sonar tan insistente ni tonto, pero no podia evitar ponerse algo nervioso junto a ella.

-Un café? Ahhh claro, eso me encantaria- bien, ese era un buen comienzo. No pudo evitar reír al notar el nerviosismo de roderick. - solo necesito cambiarme.

Le dio una última mirada y subió a su habitación. El nerviosismo había cambiado a una alegría inmensa y aunque no era una cita sentía como si fuera algo más importante.

-Bien, yo espero - miro como esta caminaba alegremente hacia su habitacion, ahora la casa parecia tener mas luz, volvia a ser la misma Hungria que el queria y... tal vez sentia algo mas por ella, pero debia asegurarse del todo. Miro el florero, quito el exceso de agua y coloco elegantemente las flores, eran tan hermosas como ella. Se sento enseguida en el sillon de la sala a esperarla.

Si alguien hubiera visto su habitación pensaría k había pasado no huracán. Toda la ropa estaba regada en el suelo, cama y en los muebles. Por que no podía encontrar nada que ponerse?
Encontro un vestido blanco muy lindo con los hombros descubiertos, aunque no estaba segura ya que roderick era muy reservado, miró el reloj y se apresuro a cambiarse.

Bajo corriendo las escaleras, saltanto los peldaños de tres en tres.
- perdón por tardar tanto... - sus mejillas se incendiaron al verlo sentado, con la sonrisa más hermosa del mundo dedicada solo para ella. Miró el jarrón perfectamente arreglado, que descortes haberlo olvidado.

-Que hermosa te ves- pronuncio algo avergonzado, en verdad lucia radiante, se acerco a las escaleras y como todo un cabellero tomo su mano y la beso con delicadeza. -Bien, vamonos entonces- indico tomandola de la mano.

((aqui esta el tema de la cafeteria owo https://hetalia-monterrey.forosactivos.net/austria-f35/una-tarde-agradable-privado-t30.htm#1033 ))